jueves, 2 de abril de 2020

Boy - Roald Dahl

Willkommen, bienvenue, welcome a mi reseña pesadilla: no se dan una idea de las peleas con html, formato e imágenes que tuve con este post. Tengan piedad, porque ni siquiera pude acomodarlo del todo, pero estoy HARTA. Ahora que hice mi descargo y me reí de mi misma, tratemos de olvidar esto, porque no tiene nada que ver con lo que sentí leyendo el libro y pasemos a la ficha técnica:

Autor: Roald Dahl
Edición: Heinemann (una muy vieja y horrible)
Páginas: 160

Roald es un autor al que le tengo un casi inexplicable cariño. ¿Por qué inexplicable? Porque como me pasa con muchos de mis autores favoritos, solo leí una mínima parte de su obra. ¿Hace falta que les explique quién es? Por las dudas, lo hago: es el autor de los reconocidísimos Charlie y la fábrica de chocolate, Jim y el durazno gigante y Matilda. Y los no tan conocidos (¡pero también llegaron al cine!) El buen amigo gigante (The BFG) y Fantastic Mr. Fox. PERO TAMBIÉN, además de su extensa carrera como escritor infantil, tiene muchísimos cuentos para adultos, entre los que se encuentra mi favorito: “Génesis y catástrofe”.


Bueno, después de esta breve intro, la hago menos breve y les cuento que leí sobre este libro en el blog de Meli. Casi instantáneamente, me puse a buscarlo y lo conseguí en alguna librería que vende libros en inglés (sinceramente no recuerdo si fue Kel o SBS). Al toque pispeé las primeras páginas y me gustó, PERO, por algún motivo, como siempre pasa, quedó olvidado y recién este año lo agarré.

Este no es un libro infantil ni de cuentos. Es un libro autobiográfico en el que el autor nos relata escenas de su infancia, hasta llegar a los primeros años de adultez. Tiene una forma muy particular de narrar su historia. Con cierto humor, aunque narre episodios bastante duros. Sí, hasta en su autobiografía mantiene la esencia de su obra de ficción.

“All grown-ups appear as giants to small children. But Headmasters (and policemen) are the biggest giants of all and acquire a marvellously exaggerated stature.”

¿Mi capítulo favorito? Chocolates. Y no es porque me guste mucho el chocolate… bueno, sí. Pero allí nos cuenta lo que dio origen a la fábrica de Willy Wonka. Me parece fantástico que un episodio de su infancia lo haya marcado tanto como para escribir un libro que luego iba marcar tanto a un montón de gente.

Y nada, eso, no les quiero contar más para no arruinar la experiencia. Besis, lean a Roald. Si no leyeron nada, empiecen por alguno de los infantiles o algún cuento para adultos (ejem, el que les dije), dependiendo de en qué ámbito se sienten más cómodos. Si ya leíste cosas de Roald... explicame qué estás esperando para empezar con Boy.

Como verán en las imágenes, el libro incluye fotos y fragmentos de cartas, pero la edición que tengo yo es tan horrorosa que no pude leer casi nada de esas cartas, porque se ve muy mal jajajaja. Espero que en ediciones más nuevas esto se haya solucionado...   


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